Entrevistas con efecto

“Mi sueño es poder decir Selección Mexicana, sin diferencias de género”

El ascenso del seguimiento del fútbol femenino no es casual, ni local. Tampoco reciente. El caso de Pamboleras es un ejemplo del trabajo que hay detrás. Y del que queda. Hablamos con su fundadora, la periodista deportiva Rocío Yelitza.

Cómo convertir una afición en tu profesión. Qué pasos seguir para transformar tu oficio en un campo de ayuda social. O modificar tus actitudes y rutinas a favor de una constante formación y aprendizaje enfocados en la reeducación propia y la de los aficionados al fútbol. Estos son algunas de las huellas que Rocío Yelitza, creadora de la web de fútbol femenino Pamboleras, ha ido dejando en el ámbito de la comunicación deportiva y, por supuesto, en México.

P. Pamboleras nace en 2009 con la idea de transmitir la dificultad de contactar con tu, por entonces, ídolo Óscar ‘Conejo’ Pérez. El guardameta mexicano de Cruz Azul. Un año te llevó conseguir una foto con él. Pero, realmente, ¿cuánto tardas en poner en marcha Pamboleras desde el momento en que ese pequeñita idea pasa por la cabeza de una, todavía, simple aficionada?

R. La idea como tal inició en enero de 2009, pero lo vas dejando. Dices: “bah, para después”, pero siempre he sentido las ganas de comunicar, de vivir experiencias como la del ‘Conejo’, y aceleré el proceso gracias a que en aquella época empecé clases de computación. Entonces, a la par que me iban enseñando, empecé a hacer algo que me gustara para poder contar esas experiencias. Me tomó desde enero hasta junio y ya, una vez armada, de forma amateur, nada profesional, simplemente para compartir mis experiencias y de la mano de HighFive, la red social que usábamos hace muchos años, se impulsó la página. Fue un gran aliado en esa época para contactar a gente de clubes y fútbol mexicano que empezaron a seguirme en ese momento.

P. Pamboleras nace como un hobby. A raíz de esa idea empiezas a meterte en el mundillo.

R. Fue algo muy personal. Nunca pensé en dedicarme a ello. No tenía ni la más mínima idea. Se da, también, un año antes de que yo ingrese en la facultad. Fue agarrando idea, y gracias a este blog comencé a estudiar.

P. Creas Pamboleras antes de comenzar la carrera de comunicación.

R. Sí. Y cuando hago la entrevista para entrar en la facultad, les cuento sobre mi blog, que me gusta la comunicación, el fútbol, contactar con gente que tiene este tipo de experiencias, y llegamos a una idea de enfocar toda mi carrera en esa dirección. Los maestros me permitían que todos mis trabajos estuvieran direccionados al fútbol, a Pamboleras, como forma de práctica.

Crecimos muchas chicas con la idea de que era peligroso dedicarse a los deportes

Rocío Yelitza

P. Por aquel entonces, en 2009, como aficionada y ni siquiera estudiante, ¿eras un caso extraño en tu entorno?

R. De mi entorno más cercano, y de mi país, sí es algo fuera de lo normal. O al menos lo era más en esa época. Sobre todo porque crecimos muchas chicas con la idea de que era peligroso dedicarse a los deportes. Inclusive, de repente, cuando hablabas con tus amigos y les comentabas que te gusta mucho el fútbol, decían que era porque te gustaba tal jugador…

P. Ya palpabas ese machismo.

R. Sí, esa violencia implícita, vamos a llamarla. Me acuerdo mucho de un comentario que me hizo un amigo: “¿Qué equipo apoyas de Inglaterra?”. El Manchester United, dije. “Seguro por Cristiano”. “¿Qué equipo apoyas de España?”. El Real Madrid. “Seguro por David Beckham”. Siempre me tenían que decir un jugador y yo argumentar que no era por eso. Ahora ya es menos esa sensación de que soy una persona extraña porque me guste el fútbol, pero en esa época sí era muy marcado, muy notable. Incluso ir a ver a mis ídolos de fútbol era mal visto para muchas personas. “¿Qué hace una chica buscando jugadores?”

Rocío Yelitza presume de colores y genera comunidad en su entorno sin sufrir el complejo del tan mal aceptado “bufandismo” del periodismo deportivo

P. Y en aquella situación, respecto a la extrañeza ¿cómo se veía reflejado ese miedo?

R. Lo he visto mucho en Latinoamérica. Es una sociedad muy cerrada. En ocasiones muy guiada por la religión. Entonces, ese tipo de manifestaciones es como si te estuvieras liberando, yendo por el mal camino.

P. Una rebelión.

R. Exacto. Sí, sí. Todavía hay que luchar por eso. Aunque ya no sea la niña de esa época, sigo luchando por eso. Lo ves muy marcado en el deporte. Y en México mucho.

P. Este movimiento de crear Pamboleras, un blog que irá a más. ¿En quién se apoya Rocío?

R. Empecé yo sola. Y con el tiempo se fueron acercando chicas y chicos que querían participar, hacer sus prácticas de la escuela. Inclusive el servicio social, que es antes de graduarte, y lo interesante es que llegaron chicos y chicas. Eso para mí era muy bueno porque mezclaba ambas perspectivas. Cómo lo veían ellos, esa situación, cómo lo vemos nosotras. Y no podíamos excluirlos porque es lo que no queremos que hagan con nosotras. Quédense. Fue creciendo, ahora tengo algunas colaboradoras que cubren la liga MX Femenil y yo estoy de base en Ciudad de México. Así es como hemos armado y el grupo y nos comunicamos por las redes sociales todo el tiempo.

P. ¿Qué había en ese momento dedicado al fútbol femenino que pudiera ser tu referencia? ¿Te fijaste?

R. Al principio creo que en México había solo dos páginas para fútbol femenil. Honestamente, yo ni entraba. Solo ponía lo mío, y ya. De repente tomaba de referentes ciertas páginas de España y Argentina. Nosotros al no tener liga, no tenía información que dar. Afortunadamente ya hay muchos más sitios, programas. En esa época no lo veía como parte de un negocio, era como mi diario personal. Pasó el tiempo, creció, las marcas se empezaron a interesar y todo giró un poco.

Aquí le decimos al fútbol pambol porque los ingleses nos trajeron el fútbol y el pan

Rocío Yelitza

P. ¿Cuándo ves, en esa década que llevas con Pamboleras, que las cosas empiezan a cambiar en el fútbol femenino?

R. Yo siento que desde el Mundial de 2015, en Canadá. Ahí empieza, lo podemos ver en números. Muchísima audiencia. En el caso de México, cuando surge la liga de MX femenina, hace dos años. Se dio un boom y yo, por fin, tenía información que dar. Siento que fue entre 2015 y 2017, sobre todo en esta región de Latinoamérica.

P. Antes de seguir, ser pambolera significa ser seguidor o estar relacionado de alguna manera con el fútbol. ¿Tiene algún otro matiz para ti?

R. Aquí le decimos al fútbol pambol porque los ingleses nos trajeron el fútbol y el pan. Entonces, pan y bol. Alguien que ama el fútbol es muy pambolero. Yo dije, “ah, pues voy a darle un toque femenino”. Yo hice mi propia definición. Pambolera es una mujer apasionada, una mujer que se empodera gracias a sí misma y acompañada del fútbol porque creo que este deporte, en lo personal, me ha dado muchísimo, no solo de deporte sino de cuestión interna, y es lo que quiero transmitir con este nombre y este proyecto.

P. Es difícil si tenemos en cuenta lo poco que se ha tomado en serio la industria de la comunicación deportiva tradicionalmente.

R. Sí.

P. ¿Quién hay detrás de Pamboleras?

R. Hasta el momento, las chicas del canal que estuvieron, y ahora estamos en otra etapa. Tengo a las chicas corresponsales, en diversas ciudades, y somos un equipo de cinco personas y solo dos estamos en la Ciudad de México, que es donde hay más cantidad de equipos para cubrir.

Rocío Yelitza (centro) en Kameo, el espacio televisivo donde encaja Pamboleras

P. ¿Cómo ha sido este proceso de crecimiento? ¿Ha costado mucho introducir el tema del fútbol femenino en la sociedad?

R. Al principio, sí. Sobre todo como referencia el inicio de la liga femenil. Era complicado decirle a tu audiencia: “Vayan, disfrútenlo, lo van a pasar bien”. Incluso, me escribían chicas para decirme que no les llamaba la atención: “Siento que me voy a aburrir, no es lo mío”. Sí era como una parte de trabajo de convencer sobre esta nueva experiencia. Afortunadamente ha funcionado y tenemos muchas aficionadas en los estadios. Inclusive hay algunas dinámicas que he hecho para regalar camisetas u otras cosas donde se requería simplemente una foto en el estadio apoyando a tu equipo. Creo que sí ha funcionado. Lamentablemente, es con los hombres donde no funciona.

P. Claro, ¿cuál es el papel de aficionado en Pamboleras? ¿Cómo era, y es, el aficionado que comienza a seguir el fútbol femenino?

R. He detectado dos partes. Una, el que es muy aficionado a su equipo, y dice, por lo mismo que amo a mi equipo, también amo a mi equipo femenil. Yo amo todo lo que tiene que ver con mi equipo. Y dos, la otra parte, la de que nos llegan comentarios diciendo: “Está bien, voy a ir porque tal jugadora está muy bonita”. Nos envían ese tipo de comentarios de Top10 de jugadoras más bonitas. Otra parte que me gusta mucho son los aficionados de tercera edad. 60 o 70 años, que acuden a los estadios y se emocionan muchísimos, sobre todo de ver partidos donde no hay faltas, las jugadoras no se quejan, respetan a la árbitra. Hacen mención de ese juego limpio. Les gusta mucho a los hombres de tercera edad, y es algo que me llama la atención.Desde las tribunas

Desde las tribunas ves ese respeto que en el fútbol varonil no existe

Rocío Yelitza

P. También creo que, y como pudiera estar ocurriendo aquí en España, el fútbol femenino se asocia a unos valores que quizá el deporte masculino ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Valores de respeto, humildad…

R. Sí, sobre todo, aquí en nuestro país, la gente es muy mal hablada, insulta a los jugadores… Tenemos un grito homofóbico muy conocido, y al principio de la liga femenil la gente lo gritaba. Insultaba a la portera. Desde que se dio el aviso de que no se volviera a repetir ese grito, la gente lo respetó. Desde las tribunas ves ese respeto que en el fútbol varonil no existe. Y se traslada a la cancha. Yo puedo decir que las jugadoras son muy respetuosas, cumplen con todo.

P. Esta labor formativa que, al final, está implícita en ‘Pamboleras’, ¿cómo lo gestionas?

R. Tengo o quiero reeducar a la gente, si así se puede decir, sobre esta pasión al fútbol. Inclusive, estoy por meter workshops sobre muchos temas relacionados con el fútbol femenil. Estaba planeando sobre violencia de género. Aquí, de repente, ves muchas retransmisiones sobre fútbol femenil y dices, “joder”, no se saben el nombre de las jugadoras, o las llaman de una forma que no es correcta. Hacen mención a su belleza física y nunca dicen el nombre de la jugadora. Me gustaría entrarle a esa parte. También en la cuestión de las chicas que se quieren dedicar al periodismo deportivo. He visto a muchas que sienten que por su físico no lo pueden lograr. Ahí es donde quiero entrar. Workshops donde se vea que lo importante es cómo desarrolles tu trabajo, no el aspecto físico. Aquí se le llama amor propio.

P. Y las periodistas que son “más guapas”, desde siempre el mismo punto de vista, son las que copan los puestos en los medios más importantes.

R. Exacto. Sí, sí. Esa es la parte reeducativa que quiero hacer. Me fui hace un mes a una beca que me dio el gobierno de Estados Unidos a un programa de empoderamiento de mujeres a través del periodismo deportivo. Regresé, tuve una junta con la gente de la Embajada y lo estoy preparando con ellos. Ellos me apoyarían para viajar por diferentes partes de México para hacer ese tipo de talleres.

P. Además, es muy buen momento a nivel nacional e internacional. Por cierto, ¿seguimos llamándole fútbol femenil o solamente fútbol?

R. Mi sueño es poder decir fútbol. O Selección Mexicana. Sin tener que hacer la diferencia entre masculino y femenino. Pero, realmente, la audiencia no está acostumbrada. Se lo tengo que decir, explicar, y casi, casi, señalar quiénes son las integrantes de cada equipo. Todavía hay mucho desconocimiento sobre todo para identificar jugadoras o atletas. Hay medallistas olímpicas que la gente no sabe ni cómo se llaman, ni que existen, entonces tengo que recalcarlo en este proceso de reeducar a mi audiencia.

P. Eso me suena. Para ir reforzando esa reeducación, quizá, lo primordial es informar. Que la gente sepa que existe, quién forma parte. Darle visibilidad a través de la información.

R. Sí, exactamente. Y eso es lo que estoy empezando a implementar. Ahora, con los Juegos Olímpicos, porque te menciono que hay muchas atletas mexicanas que posiblemente ganen medallas, la gente no las conoce. Entonces, tengo unos meses para hacer precisamente esto que dices. Informar quiénes son esas atletas, quiénes nos representan en Tokio. Mi sueño es ese, poder llegar a los Juegos Olímpicos y la gente identifique a Alexa Moreno, la gimnasta, e identificar con nombres a las personas. Saber quiénes son.

P. Respecto al uso de términos. ¿Tienes alguna guía para evitar tópicos o expresiones denigrantes? Pienso, por ejemplo, uno que ahora está muy en boga en España y seguramente en unos años caerá en desuso: las guerreras.

R. Como tal no tengo una guía o referente donde me base. Pero sí comento con mis colaboradoras qué tipo de frases o palabras les quitarían cierto valor a las atletas. Aquí he visto mucho que utilizan, al referirse a las futbolistas, “las niñas”, “las niñas de tal equipo”. Y yo digo, no, quita eso. Los varones no son los niños.

P. Las comparaciones suelen ser odiosas.

R. Exacto. Y recuerdo cuando estaba en un programa de fútbol femenil, me hacía mucho hincapié el productor para que dijera “las chivitas”, “las tigritas”. Y dije: “no”.

P. Esos diminutivos que empequeñecen la figura de las deportivas.

R. Ajá. Entonces, sobre todo, esas dos cosas. No son unas niñas, son unas jugadoras profesionales de fútbol y no minimizar con nombres al estilo “las pumitas”. Ellos sienten que hay que decirlo por cariño a ellas y creo que eso es incorrecto.

P. Hablemos del éxito. ¿Cuánto importa para que la gente “se suba al carro”, como dirían en España?

R. De hecho, cuando estuvieron a punto de conseguir el pase al Mundial, que finalmente no lograron, es cuando la gente empezó a apoyar. Aquí hay como una mafia en la selección femenil, donde entrenador e hijo llevan muchísimos años y no nos han dado resultados para nada. Ya es momento de cambiar esas estructuras viejas. De renovar. Y la cosa buena es que la liga femenil ya está siendo un semillero para la Selección Mexicana. Sí, yo creo que viene de esa parte. Quitar a la vieja escuela, poner a la nueva, para que te dé buenos resultados. Eso, junto a las marcas, va a empezar a voltear, a animarse para dar los patrocinios. Tenemos casos muy graves como Monterrey, que con campeonas y les dieron unos iPads.

P. ¿Por ganar la liga?

R. Es muy triste que se le dé visibilidad con ese tipo de noticias.

P. Al final, las instituciones tienen que apoyar desde la base para que exista un buen caldo cultivo y las marcas, que lo traduzcan en una monetización más equitativa.

R. Sí, te puedo dar muchísimos ejemplos.

P. Dame alguno.

R. Es muy triste que la visibilidad del fútbol femenil sea por esas cosas. Por ejemplo, el equipo Veracruz acaba de desaparecer. Las chicas quedaron a la deriva. Situaciones desagradables. Eso es lo que hay que cambiar. Nosotros como medios lo hacemos, pero creo que viene de la liga femenil como de la Federación Mexicana que tendría que cambiar esa visión y esa estructura que viene manejando.

P. ¿Notas más apoyo?

R. Sí veo, en general, esa disposición. Hay la intención, pero lo que no veo es el apoyo de los equipos, quienes parece que solamente tienen equipo femenil porque tienen que cumplir el requisito.

P. Por hacer un guiño a la sociedad, no quedar mal catalogados, pero sin proyecto deportivo.

R. Ajá. Lo puedes ver en los resultados de los equipos que tienen jugadores amateurs, con todo el respeto, no sé de dónde salieron. No ganan un partido. De 19 partidos no ganan ni uno. Ahí se ve la seriedad que le están poniendo.

P. ¿Cómo es la comunidad de Pamboleras de grande?

R. Yo creo que sí somos, y lo veo en estadísticas y a nivel personal, cientos de miles de personas. A lo mejor no tengo 100.000 seguidores pero sí veo cómo se propaga. Las familias se integran. Las chicas que aman el fútbol. Sí va creciendo, te lo puedo asegurar. Se ve en los estadios.

P. ¿También has notado la afluencia de público femenino en los estadios, aunque sea de fútbol masculino?

R. Sí. Si hablamos de partidos masculinos, yo, que soy aficionada de Cruz Azul, veo comunidades de mujeres que apoyan al Cruz Azul. Son comunidades muy grandes y no solo en redes sociales. Se juntan en Fin de Año, son muchísimas mujeres, hablan sobre el equipo…

P. Eso es muy bonito, ¿no?

R. Sí, sí. Hacemos también unas posadas, donde se rompen piñatas. Se juntan muchas aficionadas a celebrar.

P. Qué familiar.

R. Sí, sí. Si nuestro equipo juega en Estados Unidos, por ejemplo, nos reunimos en tal bar y lo comentamos. Eso es muy bonito, importante y, sobre todo, que las chicas comentan, dan su opinión, las escuchas, analizan partidos como si fueran entrenadoras. Es muy divertido y te da una idea de cómo ha llegado tanto la participación de la mujer.

P. En esta difusión del fútbol femenino, ¿cuál crees que es la importancia que han tenido las redes sociales?

R. Yo creo que sin ellas nuestro proyecto no hubiera despegado tanto. Son mis principales aliadas. Sí noto quién me sigue en Facebook, Twitter e Instagram, que tienen perfiles similares pero no quieren lo mismo, pero tienen el mismo fin.

P. Se van creando comunidades en cada una de las redes.

R. En 10 años me tocó llevar el desarrollo de Facebook, luego Twitter, ahora Instagram… Entonces, sí, yo creo que sin redes sociales no habría despegado tanto. Y es impresionante, me han escrito desde la India, que está lejísimos, que les llamó la atención cualquier cosa. Sobre todo, conocer las realidades de esos países. Cuando alguien me sigue y me parece curioso de dónde viene le pregunto personalmente para entrevistarle. Me encanta conocer realidades lejanas a mi país y compararlas.

P. ¿Pensaste en algún tipo de estrategia en el uso de redes sociales?

R. La estrategia que yo utilizo es hablarle al público como si fueran mis amigos. Un tono familiar. No queremos imitar a los canales de televisión porque elegirán al canal. Yo tengo que marcar la diferencia y la diferencia que intento es hablar como hablo yo con mis amigas, contarle las cosas de manera informal, pero llevando el mensaje que yo quiero dar. Entonces, vas a encontrar en mis redes emojis, baloncitos, caritas… para que no se vea todo como que Pamboleras es un sitio como cualquier otro donde se dan noticias, sino que lo vean diferente.

P. Algo así como, vamos a aprovechar que, por ahora, somos pocos para juntarnos más.

R. ¡Exacto! Inclusive, hay chicas que me escriben cosas más personales. Me preguntan si van bien vestidas para ir al estadio. “¿Me llevo las playeras?”

P. Ah, ¿sí?

R. Es bonito también.

P. He visto en vuestra web que tenéis un apartado dedicado a ‘Salud’. No es una sección que puedas encontrar en un medio convencional. ¿Qué destacáis en esta sección?

R. En algún momento, lo que yo quería y que no lo he explotado tanto, era dar consejos avalado por expertos sobre cómo comer sanamente. Sabrás que en México hay muchísimos niveles de obesidad y he podido ver que muchas de nuestras chicas padecen eso.

P. Es una necesidad de su contexto.

R. Sí, exacto. Si yo puedo brindar esa parte. Tengo pendiente también una entrevista que le realizamos a una psicóloga deportiva. Ella hablaba también sobre aquellas personas que no se consideran buenas para el femenil o para el fútbol por el físico. Esa parte la quiero explotar. La actividad física también, hicimos un torneo, queremos que nuestra audiencia sea activa. Igual que son aficionadas al deporte, que lo practiquen.

P. Intentar trasladar la comunidad de las redes a la calle.

R. Ajá, sí, sí. Lo quiero explotar más. Tengo entrevistas pendientes. Retomar acción y regresar a la idea de los torneos deportivos, que nos lo han pedido mucho. Sí quiero retomar todo eso.

P. ¿Cómo seleccionáis a las entrevistadas? ¿Qué rasgos tienen que componer?

R. El requisito, por así decirlo, es que les guste el fútbol. Las contacto, les pregunto si les gustaría aparecer, y trabajo para dar luz a esas personas que otros medios no sacan.

P. A los más invisibles.

R. Ajá. Hice una entrevista a una chica transgénero y mucha gente se molestó por publicarla. Cómo era posible que publicara algo así, decían. Es la mentalidad…

P. Claro, y si la sociedad no está preparada, tu función es hacer que lo estén. Y si haces una entrevista a una chica transgénero tienes que saber también qué términos utilizar. Esto tiene una complicación añadida.

R. Exacto, pero sí me dio curiosidad la respuesta de muchas personas que no están preparadas para ello. Ahí tenemos que entrar nosotros, y formarles.

P. ¿Cuál es el criterio para seleccionar vuestras noticias? No es lo mismo una crónica de un partido que una intrahistoria de un vestuario.

R. Yo creo que las que tienen que ver con el desarrollo de las mujeres en el deporte. O sea, yo en cuanto leí sobre las jugadoras de Monterrey supo que eso tenía que salir a la luz. No para generar polémico sino para que se identifique que esto no puede estar pasando. Las noticias que yo siento que traen un trasfondo que daña a jugadoras, que no las beneficia, que habla de injusticias, es algo que se tiene que cambiar, son las que les doy mayor prioridad. En agosto me nombraron parte del Comité Editorial de la Liga Femenil y mucha gente pensó que Pamboleras iba a publicar solo lo bonito de la liga. Y por supuesto que no.

P. ¿Y no tienes ningún tipo de restricción por parte de la liga?

R. No, no. Es libre. Si no hay cosas bonitas se van a publicar, como el caso de Monterrey o Veracruz. Le doy prioridad a lo que no está tan bien dentro de nuestro deporte. Y, sobre todo, lo que me gusta, es la retroalimentación que me dan las seguidoras y conocer su opinión porque en los medios no ves la opinión de las aficionadas.

El sueño de nuestras jugadoras es llegar algún día a alguno de los equipos de Europa

Rocío Yelitza

P. Las cosas van cambiando, quizá más lentamente de lo que nos gustaría. Esto me lleva, y perdona si te molesta, a hablar del logo de Pamboleras. No creo que en España nadie que se atreviera a crear una web sobre fútbol femenino eligiese un logo rosa con una bota con tacón.

R. Sí, claro. Imagínate, al principio era Pamboleras con una flor.

P. Tú también vas aprendiendo.

R. Me acuerdo y me da mucha risa. Tanto del tacón no me han dicho, pero sí, me imagino. Lo del rosa sí me lo han comentado bastante, y he añadido la tonalidad azul como para hacer esa dualidad, pero en general la crítica fue al principio. Abusaba mucho del rosa y ya lo entendí. Yo lo hacía porque me gusta el rosa, pero lo entiendo, claro.

Rocío Yelitza es parte de la transformación y la ganancia de visibilidad del fútbol femenino en México

P. ¿Crees que el auge en otros países respecto al fútbol femenino como en España va a ayudar en Latinoamérica?

R. Sí, España, la Champions, son un referente para nosotros. Lo tenemos en cuenta. El sueño de nuestras jugadoras es llegar algún día a alguno de los equipos de Europa. Yo, por la labor que hacen, incluso ahora con la huelga, se hizo mucho ruido en Latinoamérica. Son un referente. Siempre sentimos que, tanto Europa como Estados Unidos, que están uno, dos o tres pasos por delante de nosotros, intentamos replicar esa parte. Un ejemplo para Latinoamérica.

P. Hacéis eventos. ¿Con qué intención? Difundir la idea, inclusión social…

R. Sí, básicamente eso. Conocer a nuestras seguidoras en personas, que convivan entre ellos. Este grupo de aficionadas que te he comentado anteriormente, arman sus propios equipos y llegan juntas a los torneos, defienden su camiseta. Inclusive hay clubes de fans que apoyan a jugadoras y jugadores, como si fueran cantantes. Lloran por ellas. Las defienden.

P. ¿Cuáles son los mayores inconvenientes de Pamboleras para ganar visibilidad?

R. Uno de los obstáculos, aunque han sido varios, pero el hecho de que mucha gente quiera ser parte pero al ser fútbol femenil no te ofrecen una parte económica, solo te ofrecen, las compañías digo, balones, este tipo de cosas.

P. Sin garantías económicas.

R. Ajá. Todos quieren ser parte pero…

P. Pero no soltar prenda.

R. Exacto. Ese ha sido un obstáculo. También los hombres que atacan, ofenden…

P. Este tipo de perfil sigue estando.

R. Sí, sí. Con el caso de Monterrey hubo varias aficionadas que me escribieron para que viera los comentarios que había en Pamboleras. Eran comentarios muy desagradables por parte de chicos que comentaban cualquier barbaridad.

P. ¿Cómo actuáis ante este tipo de situaciones?

R. En el momento sí fue, para no entrar en crisis, eliminar los comentarios. Activar un filtro de palabras prohibidas. Pero sí es un tema pendiente. Mañana vamos a Facebook para hablar de cómo poder reaccionar ante tanta cantidad de comentarios negativos, ofensivos…

P. Es muy difícil luchar contra el hate speech. ¿Cómo te gustaría ver a Pamboleras en la próxima década?

R. Yo lo siento como una plataforma de información que va a dar luz a las mujeres dentro del fútbol y aparte los talleres que impulsen la cuestión educativa. Sí veo de forma optimista todo lo que viene. Sé que la gente quiere aprender esa parte del género, del amor propio, de cómo salir adelante haciendo lo que te gusta, el fútbol, el deporte. Me veo expandiéndome a ese lado.

P. Utilizar el deporte como ayuda social.

R. Sí, sobre todo, después del viaje a Estados Unidos, buscaré el apoyo y le dedicaré el tiempo suficiente, creo que se puede lograr.

P. ¿Tienes alguna sugerencia sobre a quién puedo entrevistar para seguir con esta cadena de entrevistas con efecto? Libertad absoluta.

R. ¡Perfecto! Te recomiendo a Daniela Lichi, periodista argentina. La conocí en el viaje a Estados Unidos, fue a cubrir al Mundial femenil, pregúntale cómo logró eso.

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